¿ALGUNA VEZ TE HAS ENCONTRADO CON UN PACIENTE AL QUE HAS TRATADO CON PLASMA RICO EN PLAQUETAS (PRP) Y NO HA CUMPLIDO TUS EXPECTATIVAS DE EFICACIA?

Si tu metodología de trabajo ha sido la misma que con otros pacientes y éste no presenta patologías diferentes a los demás ¿Qué esta pasando?


Si preguntásemos a diversos profesionales las respuestas pueden ser múltiples basadas en la intuición de cada uno de ellos y ninguna realmente aclaratoria:


  • Los tratamientos biológicos no siempre funcionan igual
  • Puede que no haya puesto la dosis necesaria
  • El paciente tendrá alguna incompatibilidad
  • El protocolo puede no ser el adecuado
  • O simplemente, a veces funciona y otras no...


Como el paciente es el último beneficiario del tratamiento y no podemos darle una respuesta clara, el resultado final de esta falta de eficacia es una pérdida de confianza por parte del paciente y una mala sensación por parte del médico.

PERO, SI NO SABEMOS DÓNDE ESTÁ EL PROBLEMA,

¿CÓMO VAMOS A SOLUCIONARLO?

3 PUNTOS CLAVE

INTUICIÓN VS. DATOS

"Usar datos para la toma de decisiones es críticamente importante, porque disminuye nuestra propensión a tomar decisiones equivocadas"


- Daniel Khaneman, Premio Nobel

Desde el inicio de los tiempos, los seres humanos han tomado decisiones basadas en la intuición y en los datos. Lógicamente, el peso de cada una de ellas ha ido variando y la experiencia (así como los datos) han ido quitando protagonismo a la intuición.


En realidad, cada uno de los hemisferios que tiene el cerebro humano está más centrado en una de ellas:


  • Hemisferio izquierdo contiene la parte racional
    y está relacionado con el pensamiento analítico. Esta forma de pensamiento es un
    sistema deliberativo, analítico, consciente, secuencia, requiere tiempo y esfuerzo.


  • Hemisferio derecho contiene la parte más creativa y está relacionado con el pensamiento intuitivo. Este pensamiento intuitivo está regido por las emociones, asociaciones, impresiones, es intuitivo, rápido y automático.


En resumen, la intuición forma parte de un proceso rápido, automático, inconsciente, involuntario, con escaso o nulo esfuerzo. Es un proceso inconsciente, que el decisor no se da cuenta que ocurre. Es decir, es parte del sistema de pensamiento rápido y se contrapone a la razón.


En todos los sectores ha habido personas que se han regido por este método de pensamiento para la toma de decisiones, por ejemplo, el reconocido ex CEO de Quaker Oats, William Smithburg, cometió un error que terminó costándole su puesto. Compró Snapple (bebida en base a té), guiándose por la intuición que tendría un éxito similar a su compra anterior de Gatorade.


No obstante, la intuición puede ser útil en las situaciones que son similares a las que hemos vivido con anterioridad, que son claramente reconocibles y que además, hemos aprendido las alternativas y respuestas correctas para emplearlas en un futuro.


En cambio, si no se pueden reconocer patrones similares a eventos pasados, la intuición de los expertos termina siendo inútil.

EL PACIENTE PERFECTO


Cuando un paciente accede a un ensayo o estudio clínico debe cumplir una serie de criterios de inclusión y no cumplir ninguno de los de exclusión.


El objetivo de estos criterios es evitar asociaciones de eficacia o no eficacia entre otras patologías del paciente y el tratamiento de estudio para garantizar que no haya sesgos de asociación.


Los criterios más comunes que se establecen suelen ser la edad, el índice de masa corporal, patologías previas, tratamientos del paciente u otras variables relacionadas directamente con la situación sanitaria del paciente.


¿ES EL PACIENTE "IDEAL" EL QUE REALMENTE LLEGA A CONSULTA?


La respuesta como bien sabrás es que NO, el paciente que llega a consulta tiene varias patología concomitantes, suele estar polimedicado, se han probado varios tratamientos previamente o está en un grupo de edad infrarepresentado en el estudio.

SESGOS DE PUBLICACIÓN

Otro de los puntos clave se basa en la información que obtenemos de las publicaciones o sobre de todo de lo que no obtenemos de lo que está y no está publicado.

Es decir, tenemos dos líneas de falta de información que debemos tener en cuenta:

PUBLICACIONES QUE NO MUESTRAN TODA LA INFORMACIÓN


Por ejemplo, en medicina regenerativa sólo el 10% de las publicaciones definen el método de trabajo llevado a cabo en la producción del tratamiento final y únicamente el 16% presentan datos de caracterización del producto final. En las publicaciones científicas muchas veces se pasa por alto aquello que desentona o que no es beneficioso en la publicación dejando sólo lo imprescindible para que sea científicamente robusta y llamativa.

LO QUE NO SE PUBLICA


Seguramente Thomas Edison publicaría directamente su patente o método de fabricación de la bombilla, pero no las 99 veces que fracasó en su realización o las razones por las que fracaso. 

Lo mismo pasa muchas veces con los tratamientos donde no se publican aquellos estudios o casos que no han tenido éxito en sus resultados y un razonamiento que pueda ayudar a una evolución del mismo. Si aprendemos de nuestros errores esta información puede ser muy valiosa.

De lo que hemos expuesto anteriormente quedan
3 cosas claras:

  1. Las decisiones basadas en datos surgen de un razonamiento lógico y son menos propensas a estar equivocadas.
  2. El paciente que acude a la clínica no es el paciente perfecto.
  3. Aunque obtengo un alto valor informativo de publicaciones médicas no tengo toda la información que me puede ayudar a mejorar.

Esta publicación forma parte de un grupo de artículos que estamos compartiendo para mostrarte cómo mejorar tus tratamientos y posicionarte en el sector frente a la comunidad médico-científica como con tus pacientes.


Te invitamos a leerlos todos:


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